Red 5G: Conectar lo desconectado, el mayor acto de equidad del siglo XXI

Foto Magaly Lara RACSA

Por: Magaly Lara Hernández, RACSA

Costa Rica ha demostrado, en distintos momentos de su historia, que puede dar pasos valientes hacia la modernidad. La activación de la primera red 5G nativa de Centroamérica, desplegada por Radiográfica Costarricense (RACSA) hace un año, no es solo un hito tecnológico: es una señal clara del rumbo que queremos seguir como nación.

Hace 24 años, tuve la oportunidad de llegar por primera vez a RACSA para colaborar en la elaboración de procedimientos asociados a una nueva apuesta: el internet inalámbrico. En aquel entonces, parecía un desafío inmenso conectar al país sin depender del cableado físico. Hoy, más de dos décadas después, regreso con entusiasmo a esta misma empresa, ahora como parte de un proyecto que redefine lo que significa estar conectados: la implementación de la red 5G.

En estas más de dos décadas he vivido de cerca la evolución de las telecomunicaciones en Costa Rica, desde los tiempos de la red TDMA (Time Division Multiple Access) hasta el presente. Este recorrido me ha mostrado algo más que avances técnicos: me ha enseñado que la conectividad es, en esencia, una herramienta de equidad, una vía para que nadie quede atrás en la ruta hacia el desarrollo.

Mucho más que velocidad

La 5G no se limita a conectar teléfonos o computadoras. Su verdadero valor está en abrir un mundo de posibilidades para la salud, la educación, el transporte y la seguridad. Esta nueva generación de red habilita:

  • Comunicaciones masivas, que harán posible el Internet de las Cosas, el análisis de datos en tiempo real y el monitoreo de sistemas críticos.
  • Banda ancha móvil mejorada, que permite experiencias inmersivas, interacción simultánea entre usuarios y aplicaciones impulsadas por inteligencia artificial.
  • Ultra baja latencia y alta confiabilidad, imprescindibles en entornos de misión crítica como hospitales, infraestructura energética y movilidad urbana.

Democratizar el acceso a la conectividad es la misión de RACSA. Hablar de 5G no es solo hablar de innovación tecnológica, sino de justicia social. El valor de esta red está en que no se limita a las grandes ciudades, sino que se proyecta a los territorios históricamente rezagados, donde la conectividad puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el progreso.

Conectar lo desconectado es, quizás, uno de los gestos más poderosos que un país puede hacer en el siglo XXI. Y esa ha sido la labor histórica de RACSA en Costa Rica: una empresa pionera que ha abierto camino en las telecomunicaciones nacionales, desde los primeros accesos a internet hasta la puesta en marcha de la red 5G. Su papel ha sido clave en conectar hogares, instituciones y empresas, asegurando que la innovación llegue más allá de los centros urbanos.

5G no es solo velocidad.Es competitividad, productividad y desarrollo para todos.El Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) estima que la implementación del 5G podría generar un impacto de hasta $925 millones al Producto Interno Bruto nacional para el año 2035. Esta cifra no es menor: representa la oportunidad de transformar sectores como educación, salud, comercio y servicios profesionales, al tiempo que impulsa la creación de nuevos empleos.

El rostro humano detrás de la tecnología

Este logro no sería posible sin el equipo comprometido, visionario y altamente capacitado de RACSA, que con su esfuerzo hizo posible que hace poco más de 12 meses se lograra activación de la primera red 5G nativa de Centroamérica y que fuera en Costa Rica. Su trabajo representa la combinación de gestión estratégica, coordinación técnica y liderazgo colaborativo con múltiples actores del ecosistema tecnológico nacional.

RACSA se consolida como un integrador digital especializado y un aliado clave en la transformación digital del país. Pero lo más inspirador de este proceso no es el avance técnico en sí mismo, sino lo que simboliza: la capacidad de unir experiencia, visión y pasión por el progreso.

La 5G es apenas el comienzo. La verdadera transformación vendrá cuando logremos que cada estudiante en una zona rural, cada paciente en un hospital regional y cada emprendedor en una comunidad costera pueda acceder a estas oportunidades en igualdad de condiciones.

Ese es el legado que Costa Rica puede construir: un país donde la conectividad no es un privilegio, sino un derecho, y donde la tecnología es la palanca que nos impulsa hacia un desarrollo sostenible, competitivo e inclusivo.

Quiero expresar mi más sincero reconocimiento al equipo de profesionales de RACSA que hizo posible este gran paso hacia el futuro. Gracias a su esfuerzo, visión y compromiso, hoy Costa Rica cuenta con una red 5G que abre nuevas oportunidades para todos.